El domingo Showtime emitía “Aunt Ginger”, el tercer episodio del remake americano de Shameless. De momento parece que ha tenido buena acogida en el mundo seriéfilo. Sin embargo, aquellos pocos que vieron la versión originaria de Shameless tienen más dudas a la hora de resaltar sus aspectos positivos.
Vistos los tres primeros episodios de la Shameless US y alguno más de la versión británica, trataremos de desmenuzar algunos de sus principales aspectos diferenciadores.
- El Frank Gallagher británico tiene unos rasgos mucho más acentuados que su homónimo norteamericano. William H. Macy ya se ha levantado del suelo en menos de 3 capítulos y ya lee la prensa, traza planes para engañar a los servicios sociales e incluso debate con algunos de sus hijos. David Threlfall, por su parte, refleja de manera más concisa qué quiere decir una familia sin timón. Y muchas veces lo hace desde la simple gestualidad o desde el silencio. Está por ver cómo el bueno de H. Macy solventa la papeleta de llevar toda una serie a cuestas.
- Anne Marie Duff no es Emmy Rossum. La primera es una poligonera entregada con su familia, mientras que de Rossum te encariñas en el minuto 5 del primer capítulo, y a pesar de que trata de disimularlo en ocasiones, parece que siempre toma las decisiones correctas, que su cabeza esté más amueblada que la de la Fiona rubia. Emmy Rossum es mucho Emmy Rossum y nos ha cautivado.
- Parece que las afueras de Chicago tengan mayor colorido que las de Manchester. Que el frío sea el mismo, pero que la vida se multiplique exponencialmente. Que la casa de los Gallagher americanos esté simplemente desordenada, mientras la de sus primos británicos tenga una suciedad crónica, insalvable, pegajosa. Chicago es algo más artificial, mientras que en Manchester puedes oler la casa de la familia a través de la pantalla.
- Shameless UK, indudablemente, derrocha una realidad más cruda y más potente, es un retrato dramático -con envoltorio de comedia- de lo que es el día a día de una familia obrera sin rumbo fijo que no mira más allá de lo que le permite el presente. Shameless US en ocasiones pasa por alto que el alma tiene que ser el elemento final e indiscutible del capítulo. Sus personajes son más guapo pero sus caras caen en el olvido con mayor facilidad. En la versión británica de Shameless se ven los poros de la piel de los personajes, los dientes son más amarillos y las risas son de verdad. A Shameless UK le sobra alma y le viene de serie.
- Sin embargo, me gusta la versión Showtime. Tiene como lastre que es menos caótica y con un resultado final mucho más bonito. Se percibe ya en los créditos iniciales la mano de obra yanqui, el american way of life que he nombrado en más de una ocasión. También una buena, muy buena banda sonora que acompaña los capítulos. Y un gran mérito también para todos sus personajes, todos están a un nivel muy alto.
Si has podido ver antes el capítulo británico, parece que el americano sea el mismo pero pasado por la lavandería, filtrado y colado. Ese filtro que ha robado la suciedad y el alma que le sobra a los Gallagher británicos. La chapa y pintura del taller de Showtime.