Entrevistamos al profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Navarra e investigador televisivo Alberto Nahum García, subdirector del Master en Guión Audiovisual impartido por la misma, y creador del conocido blog seriéfilo Diamantes en Serie. De una ración semanal a maratones interminables. ¿En qué modo ha cambiado la manera de ver las series?
El mayor cambio ha sido que el espectador ahora es soberano. Gracias a los avances técnicos y a la extensión de los ya no tan nuevos modos de distribución (DVDs y las descargas), el espectador decide cuándo, dónde y cómo. Sin esperar a que la cadena le programe, con la posibilidad de ver las series en dispositivos portátiles, en inglés con subtítulos… El espectador, ahora, reina y gobierna.
¿Internet ha relanzado la cultura seriéfila?
Sin duda, por lo dicho antes. Y por un tema más: Internet facilita la conversación. Si te gusta una serie, puedes acudir a las wikis especializadas, puedes comentarla en blogs, puedes crear tus fanvids… Internet es participación y diálogo, algo que las series fomentan. El caso Lost en ese sentido resulta paradigmático.
¿Le ganan terreno las series al cine, o compiten en mercados distintos?
No soy un experto en mercados y no manejo datos al respecto. Pero sí tengo la impresión de que se han acortado las distancias. Ahora las televisiones de casa son como minicines y muchas producciones de calidad (The Pacifico o Boardwalk Empire) apuestan por un acabado exquisito, muy “cinematográfico”.
Cada vez se reduce más el tiempo de espera para ver una serie en castellano: El final de Lost, The Walking Dead… ¿A qué se debe esta tendencia? ¿Acabará por normalizarse?
El mercado, que es sabio, tiene que adaptarse a las nuevas circunstancias, al cambio de paradigma que ha supuesto la explosión de Internet. Si no quieren que una porción de los espectadores se les escapen por las descargas, tienen que reaccionar y amoldarse a los gustos de la demanda. Uno de las formas es acortando los tiempos entre la emisión USA y la emisión en España, de modo que el espectador ansioso pueda tener su capítulo cuanto antes. Pero ahí sigue habiendo un tiempo (el del doblaje) que será difícil de sortear.
¿Qué ofrece la ficción nortemericana que no ofrece la nacional?
Mayor tradición televisiva, mayores presupuestos, mejor trato del espectador en la programación, canales de cable que permiten especializar la ficción según nichos y una capacidad de riesgo de la industria que, en otros países, cuesta encontrar.
¿Por qué Los Soprano, Mad Men o Six Feet Under han pasado sin pena ni gloria por nuestra programación?
Niego la mayor. Los Soprano fue plato fuerte de Canal Plus durante años. Six Feet Under se programó en La 2. De Mad Men no tengo ni idea, pero de nuevo es el Plus quien ha apostado por ella. La falacia es pensar que en USA todas esas series fueron éxitos de público masivos, en canales en abierto. Y no era así. Muchas de las series de culto pertenecían a canales de cable Premium (The Wire o Deadwood, por ejemplo) o de cable básico (The Shield, BSG), donde no importa tanto la cantidad de audiencia como su calidad o su nivel cultural y adquisitivo. Por tanto, han pasado sin pena ni gloria en la programación generalista… no en la de canales especializados (FOX España es todo un canal dedicado a series anglosajonas, no lo olvidemos). Sí que hablaría de pasar sin pena ni gloria en casos como 30 Rock, Arrested Development o Supernatural. Pero sí ha habido muchas otras series emitidas en abierto con éxito razonable: la franquicia CSI, El Mentalista, House, Perdidos, etc.
Con la que más se ha reído: The Office UK
En otra vida le hubiera gustado ser: Dean Winchester
Un personaje al que odies: Gloria (Modern Family)
Hay que darle una oportunidad a: Merlin (BBC)
Confiesa que nunca ha visto: Anatomía de Grey
Una serie para devorar: 24
Una serie para saborear: Mad Men
Lo mejor de 2010: La tercera temporada de Breaking Bad
La mayor decepción: El declive de Sons of Anarchy
Una serie sobrevalorada: True Blood
Un secundario para recordar: La Sophie de la primera temporada de In Treatment.
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